Tenía 14 años y cursaba el segundo grado en la secundaria 91
Se suicida en el DF niña que era obligada a vender cocaína
- La menor, de apenas 14 años, se ahorcó en el interior de su casa, el cuerpo fue encontrado por una de sus hermanas
México, DF. Una menor de 14 años de edad se suicidó porque la obligaban a vender droga. De acuerdo a un reporte de Radio Trece Noticias , la niña se ahorcó en el interior de su casa, luego de que narcomenudistas la amenazaron con matar a su familia si no pagaba la cocaína que perdió durante una revisión escolar y que vendía en la secundaria N. 91 donde cursaba el segundo grado.
Los hechos ocurrieron en la colonia El Tanque, en los límites de la delegación Álvaro Obregón y Magdalena Contreras.
En una carta póstuma, la menor explicó a sus padres que tomó tal decisión porque la obligaban a vender mil 200 grapas de cocaína por semana y en una revisión que realizaron en la escuela perdió lo equivalente a tres mil pesos, por lo que no aguanto las presiones a las que era sometida. El cuerpo de la menor fue encontrado este día por su hermana, quien avisó a los cuerpos de emergencia los cuales ya no pudieron hacer nada por la menor, pues ésta ya había muerto.
SUN
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Tras siete años, confiesan haber sido testigos del asesinato de un amigo
- Cynthia Pérez, una hermosa morena, se convirtió en la novia y en la obsesión de Robert Marquez
- Robert era muy celoso, y amenazó con matar a toda la familia si ella se atrevía a abandonarlo
- Bryan Thorne, de 17 años, conocía a Cynthia. Y hubo rumores de que Bryan había hecho comentarios de índole sexual acerca de Cynthia
Pomona, California. Christopher Horn recuerda bien las palabras, y recuerda cómo Bryan Thorne se rió al escucharlas, y se rió solo. Todos los demás que se hallaban en el automóvil esa noche sabían lo que iba a ocurrir. Sabían que para Robert Marquez no se trataba de una simple broma.
Una inocente excursión escolar
Para uno de nosotros, ésta será su última cena, advirtió Robert. Los jovencitos habían realizado una excursión escolar para observar la grabación del programa de televisión
3rd Rock from the Sun'. De regreso a sus hogares pararon en un restaurante de comida al paso, y luego se dirigieron a la vivienda de los abuelos de Robert.
Bryan, Christopher y Robert, cuyo apodo era Malvado -aunque él se consideraba un ángel caído-, salieron de la casa para fumar un cigarrillo de marihuana. Chris Sorto y Cynthia Pérez, novia de Robert, permanecieron adentro.
Lo que pasó después quedó grabado en la mente y en la conciencia de Christopher Horn. Durante casi siete años lo obsesionarían a él, a Chris y a Cynthia como una película de horror.
Tal como lo narra Christopher, los jóvenes se ubicaron a un costado de la vivienda y comenzaron a fumar.
Robert sacó un puñal. Sin decir una palabra, se lo clavó a Bryan en la garganta, dice Christopher.
Bryan cayó al suelo, ahogándose en su propia sangre. Poco después murió.
Robert enfiló luego el sangriento puñal hacia el cuello de Christopher.
"No digas una sola palabra", lo amenazó.
Y durante años, Christopher se mantuvo callado.
Robert tenía 19 años. Era bajo, musculoso y con un porte intimidatorio. Vestía ropas italianas, en ocasiones trajes, y siempre parecía poseer dinero y un nuevo par de zapatos.
"Realmente vestía con mucho estilo", dijo Christopher. "Parecía tener todo lo que deseaba".
Christopher indicó que algunas veces vio sangre en los costosos zapatos de Robert. El joven aseguraba que pertenecía a la mafia mexicana. En ocasiones contó que había asesinado a algunas personas y que las había descuartizado. También mostraba armas de fuego y puñales, y ostentaba en el cuerpo tatuajes con símbolos satánicos.
Christopher, un adolescente que lucía cabellos de punta al estilo "punk" y que había sido expulsado de su último colegio por pelearse con otros compañeros, deseaba ser aceptado en el colegio Brea Canyon High, una institución para jóvenes con problemas donde todo el mundo conocía a todo el mundo. Allí conoció a Chris Sorto. Y a Cynthia Pérez, una bella morena. Robert no asistía a ese colegio.
Fue Chris Sorto quien le presentó a Robert a la muchacha.
Cynthia pronto se convirtió en la novia y en la obsesión de Robert. El era muy celoso, y en una ocasión amenazó asesinar a toda la familia si ella se atrevía a abandonarlo.
Para Robert, "cualquiera que mirara o hablara con Cynthia lo estaba traicionando", dijo Chris.
Bryan Thorne, de 17 años, no conocía a Robert Márquez, pero conocía a su novia. Inclusive circuló la versión de que Bryan había hecho un comentario de índole sexual acerca de Cynthia. Y eso le costó la vida el 13 de enero de 1998.
Dentro de la vivienda de los abuelos de Robert, Cynthia Pérez escuchó un golpe sordo y luego un gorgoteo. Al principio pensó que se trataba de una pelea. Pero cuando llegó el momento de retornar a su hogar, Bryan no subió al automóvil con ellos, y resultaba aterradoramente claro lo que había ocurrido.
Las amenazas
Nadie debe decir una palabra, advirtió Robert. Todos debían contar la misma historia. Que Bryan había decidido bajarse cerca de una tienda de licores, frente a su apartamento, luego del viaje.
"Al diablo no se le hacen preguntas", le dijo a Cynthia.
Cynthia se fue a su hogar y Robert, Christopher y Chris regresaron a la vivienda. Mientras Christopher y Chris se quedaban en el automóvil, Robert retornó a la escena del crimen.
Durante lo que parecieron horas, Christopher escuchó el ruido de un serrucho y de un hacha.
Robert regresó con varias bolsas de plástico envueltas en sábanas. Ordenó a Christopher conducir el automóvil hacia el estacionamiento de un supermercado cercano. Una vez allí, colocó las bolsas en un contenedor de basura.
Esa noche Christopher tembló en su cama, la primera de muchas noches de insomnio.
Brea Canyon era un colegio donde todo el mundo se conocía. Por lo tanto a su director, Robert Phelps, le pareció raro que nadie supiera el paradero de Bryan luego del viaje.
Debbie, la madre de Bryan
Debbie Palomino, la madre de Bryan, estaba segura de que su hijo no se había escapado a otra ciudad. Las relaciones entre la madre y el hijo eran muy estrechas, y él la necesitaba.
La ciudad de Brea es una comunidad segura, tranquila, cerca de Los Angeles, con escasos homicidios o desapariciones. Y la policía se dedicó metódicamente a interrogar a todos los amigos y allegados a Bryan.
El grupo que asistió al crimen mantuvo el silencio. La policía realizó centenares de entrevistas, pero nunca interrogó a Robert.
Nadie sabía que él había viajado en el automóvil pues no era compañero de estudios de Bryan.
Luego de esa noche, Christopher, Chris y Cynthia nunca hablaron del asesinato. Comenzaron a llevar vidas separadas, compartiendo sólo el miedo a Robert y el temor a que los descubrieran y los llevaran a la cárcel. Las únicas preguntas eran ¿Quién confesará? y ¿Cuándo?
En diciembre de 1998, el mismo año en que cometió el asesinato, Robert fue a la cárcel por extorsión y secuestro de dos hermanos.
Cynthia estaba al tanto de cuando Robert sería puesto en libertad, y por muy buenas razones. Ella dio a luz al hijo de Robert, Isaiah, días después que el padre fue llevado a prisión.
Remordimiento y confesión de Cynthia
El año pasado, Cynthia se enamoró de otro hombre y quedó nuevamente embarazada. Y el remordimiento comenzó a ser cada vez más intenso. Finalmente, le hizo una promesa a Dios: "Doy mi palabra. Voy a confesar. Pero quiero pasar primero mi embarazo".
Cynthia dio a luz una niña en marzo. Robert debía ser puesto en libertad en diciembre. Entonces, la muchacha informó a su novio y a su madre, y ambos aceptaron encargarse de los niños si ella iba a la cárcel. En agosto, Cynthia llamó al director del colegio, Robert Phelps.
"Necesito su ayuda", dijo la joven.
En pocos días, los detectives del condado de Los Angeles localizaron a Christopher Horn.
Durante media hora, negó todo conocimiento del asesinato de Bryan. Pero finalmente se quebró. En medio de las lágrimas, comenzó a contar su historia.
"Era como si me hubiera librado de un peso que había arrastrado durante siete años", dijo Christopher. "Me sentí muy bien".
Chris Sorto fue el siguiente en confesar.
Los detectives finalmente enfrentaron a Robert, ahora de 27 años, y dijeron que admitió haber asesinado y descuartizado a Bryan. Pero se declaró culpable y a principios de febrero comenzaba su cita con la justicia. Si lo declaran culpable, podría enfrentar una pena de 50 años o cadena perpetua.
En cuanto a los amigos de Robert, la fiscalía no piensa presentar cargos contra Cynthia, Christopher o Chris.
Al final, el peor castigo de los jóvenes fueron esos siete años de terror.
AP